Todos los años, por unos
días, en una pequeña ciudad llamada Bolonia, se reúne gente de todo el
mundo. Pequeños y grandes editores
transportan en cajas, maletas y baúles un montón de tesoros, llenan de libros
las estanterías de cuatro pabellones.
Como soy una bruja curiosa y
una gran editora confía en mí, cuando llega el aroma de F eria,
me subo en mi escoba y vuelo hacia Italia… Durante tres días, recorro los
pasillos de los pabellones, empapándome
con todo lo que veo. Hojeando libros que vienen de
Australia o Cana dá, otros creados en
F ran cia,
Alemania, Polonia; libros producidos en Estados Unidos o en Inglaterra, Corea,
Taiwán, China, Japón…y, por supuesto, España, aunque aquí no me detengo por los
libros, los conozco bien… sino para a saludar a los amigos.
Esta es una F eria viva, donde todo el mundo parece importante.
Puedes cruzarte con la sonrisa de Innocenti, tan admirado, y “chapurrear” con
él, de la mano de ese gran embajador que es Emilio Urberuaga , o
entretenerte durante tiempo en el muro donde los ilustradores cuelgan sus
tarjetas, o en las paredes donde exponen sus obras… puedes detenerte a escuchar
la charla de traductores o autores, sobre futuras tendencias…pero como buena F eria, es un lugar que provoca la oportunidad de
comprar o vender libros editados en otro país o quizá aún en ninguno…
Entramos en la Feria y descubrimos muchas cosas.... |
Con esta bicicleta se puede recorrer el mundo...contando historias
(esta viene de oriente)
Espacios decorados....
...formatos diferentes....
...rincones con maletas aún cerradas... ¿esconderán más tesoros?
Esta rana, de Satoe Tone, se esconde en un álbum que publicará SM...
Las ilustraciones de Javier Zabala inundaron el espacio de Edelvives |
Qué bonita experiencia, Ester, gracias por compartirla, besos :-)
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